viernes, 10 de noviembre de 2017

¿Qué hay en materia de intervenciones en violencia de género?

Los procesos de intervención con víctimas de violencia de género en nuestro país se encuentran establecidos en el Sistema de Protección planteado por el SernamEG (ex Sernam) el cual en su actuar trae consigo un fuerte proceso de victimización, correspondiente a “el proceso por el cual se construye, en cierta matriz de dominación, la figura mujer-víctima a partir de normativas, servicios, prácticas, dispositivos, relaciones, modos de enunciar, que tienen un efecto en los procesos de subjetivación” (Galaz y Guarderas, 2016, p.70). Esta construcción de la mujer como sujeto víctima produce una paradoja por un lado reproduce la idea de que la mujer que es víctima de estas situaciones responde a un imaginario sumiso ya que “se alimenta concepción de la mujer como un ser pasivo y dependiente, necesitado de protección.” (Izquierdo, 1998, p.6), lo que además desconoce la estructura cultural de desigualdades en la que nos encontramos insertos/as al presentar una intervención individualista y focalizada a quienes se han visto envueltas en situaciones como estas. Por otro lado, estos procesos de victimización se plantean como una puerta de entrada al restablecimiento de ciertos derechos y garantías, ya que en teoría la atención en Casas de Acogida y los Centros de la Mujer “les facilitará la adquisición de herramientas para comenzar un nuevo proyecto de vida, desde una perspectiva de competencias y recursos, donde un elemento central es el desarrollo del empoderamiento desde la propia mujer.” (SERNAM, 2012).




Es por esto que siguiendo la línea planteada por la filósofa Judith Butler creemos que es necesaria una reconceptualización y deconstrucción de ciertas categorías empleadas, por ejemplo la de "víctima" pues el lenguaje por su carácter performativo crea realidades, y los discursos no están exentos de cargas simbólicas de poder que mantienen una cierta estructura que sigue reproduciendo estos actos de violencia y limitando la intervención a momentos en que ya se han llevado a cabo ciertas situaciones de maltrato pues esta visión de la problemática y de quienes se han visto enfrentadas a ella limitan de cierta manera los avances que se puedan llevar a cabo en la intervención psicosocial.

"Los movimientos sociales deben unir las energías creativas y afirmativas de las personas, no sólo reiterar los daños y producir una identidad como sujetos del daño. Sin duda, no negaría que hay formas extremas, persistentes y malignas de victimización, pero adoptar esta perspectiva en un movimiento social es contraproducente." (Butler, 2010)

Bibliografía:

-Butler, J. (2010). Violencia de Estado, guerra, resistencia. Por una nueva política de la izquierda. Katz Editores. Buenos Aires.

-Galaz, C. y Guaderas,P. (2016). La intervención psicosocial y la construcción de las “mujeres víctimas”. Una aproximación desde las experiencias de Quito (Ecuador) y Santiago (Chile).

-Izquierdo,  M.J. (1998). Estructura y acción en la violencia de género. Universitat Autònoma de Barcelona

-SERNAM. (2012). Casas de acogida: Orientaciones técnicas para la intervención psicosocial con mujeres. Unidad de violencia intrafamiliar: Programa Chile acoge. Recuperado de: https://www.sernam.cl/vif/documental/pdf/0002545_20120329_084542.pdf

No hay comentarios:

Publicar un comentario

"(...)Toda educación es sexual, ya que en todos los procesos educativos se producen, transmiten y negocian sentidos y saberes respecto...